Desde el primer momento, el primer día que el profesor/a entra por la puerta, debe dejar claro cuál es su rol. Cada vez es más frecuente que un docente se encuentre con problemas como la indisciplina, la falta de respeto o incluso las agresiones físicas. A continuación adjunto una serie de consejos propuestos por expertos para mantener la disciplina en el aula:
-Dejar claro el rol de cada uno, evitar el "colegueo" y establecer la autoridad moral.
-Evitar el enfrentamiento abierto con los alumnos, buscar la comunicación escrita y la instancia superior.
-Establecer normas claras acordándolas junto a los alumnos y anunciar cuáles serán las sanciones desde el primer momento.
-Recurrir a la expulsión de clase o la retirada de aparatos electrónicos cuando sea necesario.
-No quedarse solo/a en los departamentos o aulas con los alumnos y evitar el contacto físico innecesario.
"el profesor tiene que ser capaz de trasladar al alumno cuál ha de ser el rol que cada uno tiene que adoptar. El problema llega cuando un profesor se presenta a través de una comunicación de 'colegueo', de ser uno más en la clase, porque lo que hace es que pierde su autoridad moral", María Victoria Pérez de Guzmán, coautora del libro "Aprender a convivir. Violencia y resolución de conflictos".
Personalmente estoy totalmente de acuerdo con lo explicado en el párrafo anterior, es decir, lo que aparece en el libro "Aprender a convivir. Violencia y resolución de conflictos", porque pienso que hoy día como están las cosas y que los niños/as cada vez están más "espabiladillos" no se puede ir de buenas con ellos, ni que te consideren su amigo/a ni actuar como tal, ya que considero que se ha de dejar claro cuál es la posición de cada uno y cual es la relación profesor-alumno, porque si no es así se perdería totalmente el respeto por parte del alumnado. Esto no quita, que pueda haber una relación buena entre el profesorado y el alumnado, pero sin olvidar por parte del profesorado cual es su papel. A continuación adjunto un enlace que creo que os podría interesar:
http://noticias.lainformacion.com/educacion/instrucciones-para-hacerse-respetar-por-los-alumnos_lQ0UU97dM45csued6QwP4/
Por otro lado, pienso que también ayudaría a mantener la disciplina en el aula el hecho de establecer unas normas desde el principio, osea el hacerle saber a los alumnos que hay que seguir unas normas y que el incumplimientos de estas podrían acarrearles problemas. Considero que el docente debe transmitir al alumnado la sensación de disponibilidad para ayudarles a resulver sus problemas académicos y de que pueden transmitirle sus quejas sin ser reprimidos por ello, es decir, debe ofercerle confianza.
Pues fíjate, Natalia, a mí no me convence esa supuesta relación de causa-efecto que establece la autora (sin explicarla) y tú das por buena, entre la relación de "colegueo" y perder la autoridad moral. ¿Cuál es el mecanismo por el que el colega pierde la autoridad? Si no me lo argumentan y me dan detalles, pensaré que es un tópico como muchos otros en educación, que se cree que la disciplina es, como hace años, usar la famosa "mano dura". Acudir a la instancia superior, expulsar de clase, considerar que los alumnos son unos espabilados y no se puede ir de buenas con ellos... todo eso me suena más a incapacidad del maestro para hacerse valer por lo que hace en clase con sus alumnos. Claro, si no es capaz de ilusionar, de emocionar, de motivar... no le queda más remedio que ser un cardo borriquero. Y eso le va a traer más problemas de lo que resuelve.
ResponderEliminarSe puede acudir a la literatura para eso, pero también puede bastar con echar un vistazo a la historia personal de cada uno.