El hecho de amonestar a un alumno se puede convertir en un verdadero reto para el docente, ya que puede pasar que el alumno no considere justo el castigo que se le impone y plante cara al profesor/a. En este caso es fundamental evitar el enfrentamiento con el alumno ya que en este caso se actuaría igual que lo está haciendo él, y sería ponerse a su nivel, cosa que nunca debería pasar, ya que este podría aprovechar la ocasión para hacerse el "chulito" delante del resto de la clase. Cuando el profesor vea que su autoridad no está siendo respetada antes de entrar en el "juego" del alumno, lo mejor es recurrir al jefe de estudios o al director. El docente tiene la opción de sancionar las faltas graves o leves del alumnado, ya sea por medio de una amonestación por escrito, expulsando al alumno de clase...Considero que es importante que estas sanciones sean aplicadas sin recurrir a la duda, debido a que cualquier síntoma de duda será interpretado por el alumno como una señal de debilidad del profesor, llegando a ser usado en su contra.
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